De acuerdo a la información recibida por científicos que estudiaron el caso, Tutankamón fue embalsamado y enterrado rápidamente. Sin embargo, los investigadores afirman que una reacción química provocada por los aceites del embalsamamiento puede haber sido la causante del incendio.

Un fragmento de carne del niño faraón, cuya tumba fue descubierta en 1922 por Howard Carter y el conde de Carnarvon, fue investigado por los investigadores quienes confirmaron que su cuerpo fue quemado mientras estuvo sellado el ataúd.

La tumba fue descubierta casi intacta en su exterior, con un ataúd de oro y una máscara funeraria de oro.

El egiptólogo doctor Chris Naunton examinó las notas originales de Carter y también llevó a cabo una autopsia virtual del cuerpo utilizando rayos X y tecnología de TC, en donde se encontró que presuntamente Tutankamón murió en un accidente de carro en la batalla.

El faraón Tutankamón es uno de esos personajes de la historia que aún con una vida breve logró traspasar la cotidianidad y tener un lugar en la cultura popular.

Gran parte de los cerca de 9 millones de turistas que, según cifras de la Organización Mundial del Turismo, visitan Egipto cada año se acercan a la tumba donde descansan los restos de este personaje.

Fuente: Contextotucuman.com