Sin duda los mapas muestras cómo cada cultura ve la realidad, según el tiempo y espacio en el que fueron elaborados. Los mapas no son simples reproducciones a escala de un territorio, sino que son un reflejo de cómo los seres humanos han comprendido e imaginado la superficie terrestre desde el principio de los tiempos.

Por ejemplo, la exactitud de los mapas europeos refleja sus ambiciones coloniales, mientras que los mapas de la cultura islámica buscan enfatizar más ciertas ideas culturales. De la misma manera, los mapas chinos y coreanos tendían a reflejar cierta armonía, poniendo especial atención al arreglo y ubicación de los ríos y otros elementos del paisaje.

En su libro Great Maps, Jerry Brotton, profesor en estudios renacentistas por el Queen Mary College de Londres, nos muestra más de 60 referencias para enseñarnos la riqueza de nuestra historia cartográfica. Cada mapa cuenta una historia acerca de qué tan lejos las civilizaciones establecieron las fronteras de su realidad y el lugar que creían ocupar en el cosmos. Pero también nos habla de cómo eran resueltos, en lo gráfico, los problemas para medir el espacio.

Cada cultura ve el mundo de forma distinta: para los romanos mapa significaba un pedazo de tela, mientras que para los árabes se traduce como figura y para los chinos en diagrama. Estas son pequeñas diferencias que nos hablan de cómo se concibe el territorio a través del filtro de la cultura.

Fuente: pijamasurf.com.