Archivos secretos del gobierno británico revelaron que, en 1982, un proyecto del Ministerio del Interior pretendía reclutar psicópatas para apoyar las labores de la Policía tras una eventual catástrofe nuclear.

Jane Hogg, una oficial científica del Ministerio del Interior, estimó que la policía perdería tiempo ayudando a la gente “inadecuada” en las zonas afectadas por el desastre, y sugirió que otro grupo podría ser reclutado para ayudar en esa específica tarea.

“Ellos (los psicópatas) son bastante buenos para manejar situaciones de crisis, no tienen sentimientos hacia los demás, código moral y la mayoría demuestra ser bastante inteligente y lógico”, escribió la funcionaria, de acuerdo al archivo secreto.

A pesar de la propuesta, el gobierno de Reino Unido decidió descartar la idea. Los documentos históricos revelaron que un ejercicio realizado ese mismo año resultó ser un fracaso cuando uno de los participantes afirmó quedarse sin ideas sobre qué hacer los meses posteriores al final de una probable tercera guerra mundial.

Fuente: Infobae.com.