’Jack El Destripador’ es el más conocido de los alias que se le dio a un asesino en serie no identificado que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres. Luego de 126 años se pudo identificarlo realmente.

Pero la enfermedad mental por sí sola no explica esos ataques de extraordinaria ferocidad que cometió el más famoso asesino en serie de la historia. Las raíces de éstos se encuentran profundamente arraigadas en la infancia de Aaron Kosminski.

Este personaje nació cerca de la antigua frontera ruso-polaca entre 1864 o 1865, cuando las leyes antisemitas obligaban a vivir a las comunidades judías en los guetos, tenían prohibido cultivar alimentos, usar el hebreo o construir sinagogas.

Aaron era un hijo no deseado, nacido cuando su madre tenía 46 años de edad. La familia compartió un colchón y se piensa que el niño fue abusado sexualmente, probablemente por su padrastro.

Tras el asesinato del zar Alejandro II en 1881, los judíos fueron culpados del hecho y turbas extremistas fueron enviadas por trenes especiales para eliminar los guetos, en lo que hoy se denomina “limpieza étnica”.

Estos ejércitos de matones quemaron y saquearon las ciudades judías. La violación fue algo común y son comunes las historias de las mujeres que se suicidaron arrojándose desde los tejados para escapar de los agresores.

Los bebés fueron masacrados en brazos de sus madres. Kosminski, durante su adolescencia, debió haber sido testigo de horrores indescriptibles. Él y su familia huyeron por Europa hasta que llegaron sin un centavo a Londres en 1882.

Fue este antecedente traumático que alimentó su colapso mental y que provocó su obsesión por la violación y el destripamiento, lo que originó más adelante a Jack El Destripador.