Según el ‘Daily Mail’, cada vez que aparecen los hallazgos macabros, los arqueólogos deben actuar en cuestión de horas, pues no sólo se descomponen los cuerpos, sino que también son saqueados por ladrones.
Los últimos dos soldados hallados en el 2012, de nacionalidad austríaca, aparecieron en el glaciar Presena y eran jóvenes, de entre 16 y 18 años, cuando murieron. Fueron enterrados por sus compañeros de lucha en una grieta.
La necropsia reveló que los dos soldados murieron por impactos de bala en la cabeza, al parecer en 1918. Más de un millón de soldados de ambos bandos murieron en el frente italiano durante la Primera Guerra Mundial.