Si no eres miembro de la tripulación de un Boeing 777 o 787, seguramente desconocías que estos gigantes del aire guardan un secreto en su interior.

Una estrecha escalera casi secreta conduce a una pequeña sala de recreo, sin ventanas, donde la tripulación de cabina y los pilotos pueden relajarse y dormir durante los vuelos transoceánicos.

Este espacio está ubicado en la parte superior del fuselaje de la nave y la entrada de pasajeros está estrictamente prohibido. En este espacio hay camas que tienen una longitud de 183 centímetros y una anchura de 61. Además están equipadas con una luz de lectura.

El Boeing 777 es un enorme avión con un peso de más de 100 mil kilos, con una capacidad para 400 pasajeros y un alcance de más de 10 mil kilómetros.

A continuación puedes ver cómo es la habitación privada para la tripulación que los gigantescos Boeing guardan en su interior.