-Unidad 731: Era una sección secreta del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Albergó experimentos humanos que permitieron crear epidemias de peste. Los investigadores usaban a hombres, mujeres y niños chinos para probar la eficacia de sus experimentos. Se calcula que hubo cerca de 200 mil víctimas Los crímenes cometidos entre 1932 y 1945 quedaron sin castigo.

-Estudio Tuskegee sobre la sífilis: Se realizó entre 1932 y 1972 en la ciudad que da nombre al proyecto, en Alabama (EEUU). Este estudio afectó a 399 afroamericanos pobres y analfabetos a quienes se les negó cualquier tratamiento. El objetivo de los médicos era comprobar si la falta de tratamiento producía los mismos síntomas que el tratamiento, que en aquella época era muy peligroso. 74 de los 399 afectados vivieron y muchos contagiaron a sus mujeres y 19 de sus hijos nacieron con malformaciones genéticas.

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-Proyecto Aversión: En los tiempos del Apartheid en Sudáfrica, se calcula que unos 900 gays, de entre 16 y 24 años, fueron tratados con descargas eléctricas y hormonas con el fin de volverlos heterosexuales. El psiquiatra canadiense Aubrey Levin, fue quien llevó a cabo este tipo de atrocidades. Si el tratamiento no funcionaba, como en efecto sucedía, los homosexuales eran castrados químicamente o sometidos a operaciones de cambio de sexo. Este proyecto, que se aplicó entre 1970 y 1980, fue un completo fracaso.

-Experimentos en Corea del Norte: Hace 11 años un documental de la BBC presentó el terror vivido por unas 50 mujeres reclusas. Una antigua prisionera relataba como fueron seleccionadas y alimentadas con hojas de col envenenadas, que todas fueron obligadas a comer a pesar de los gritos de dolor de las que ya habían probado el alimento.

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Todas murieron después de veinte minutos de vomitar sangre y sangrado anal. Un ex jefe de seguridad del campo de prisioneros número 22, Kwon Hyok, aseguró que había laboratorios equipados para emitir al ambiente gases venenosos. Tres o cuatro personas de una misma familia eran los sujetos de la experimentación y se les introducía en una cámara, mientras los “científicos” observaban desde arriba a través de un techo de cristal.

Fuente: Taringa