Un equipo de astrónomos de la Universidad de Texas en Austin (EE.UU.) ha identificado al primer «hermano» del Sol, una estrella que casi con toda seguridad nació a partir de la misma nube de polvo y gas que la nuestra hace más de 4.500 millones de años.

El equipo cree que los métodos utilizados podrán ayudar a otros investigadores a encontrar a otros «hermanos solares», lo que facilitaría la comprensión de dónde se formó nuestro Sol y de cómo nuestro sistema se convirtió en un lugar propicio para la vida.

La nebulosa que generó el Sol también provocó el nacimiento de miles de estrellas que deberían haber sobrevivido, como lo hizo la nuestra.

Sin embargo, los científicos han tenido serias dificultades para encontrarlas. ¿Dónde están metidas? ¿A qué punto de la galaxia se han dirigido?

El astrónomo Simon Portegies Zwart, de la Universidad de Lieden, en los Países Bajos, estimó en su día que entre 10 y 60 de ellas deberían residir a menos de 330 años luz de la Tierra.

El hermano solar identificado por el equipo de Austin está en ese rango de distancia, a 110 años luz en la constelación de Hércules. En efecto, es visible con unos binoculares de baja potencia, no muy lejos de la brillante estrella Vega.

La misma firma química

Antes de identificarlo, los astrónomos siguieron a 30 posibles candidatos. Todas estas observaciones utilizaron espectroscopia de alta resolución para conocer la composición química de las estrellas.

Tras combinar toda la información disponible, solo un candidato, HD 162826, era consistente. Los investigadores han descartado de planetas gaseosos (llamados Júpiter calientes) giren a su alrededor, pero no descartan que sí puedan hacerlo mundos terrestres más pequeños.

Aunque el hallazgo ya es intrigante por sí mismo, puede ir más allá y servir de hoja de ruta para encontrar a otros muchos hermanos del Sol que, desde su formación, pueden haber acabado en diferentes partes de la Vía Láctea.

Fuente: ABC.es