Si escucha el nombre ‘hippomane mancinella’, quizá no sepa qué es, tampoco tendría por qué saber que esa palabra representa a una planta mortal capaz de causarle la muerte a todo aquel que ose tener contacto con alguna parte de su estructura.

El ‘hippomane mancinella’ o manzanilla de la muerte es también conocido como el “árbol de la muerte”, crece en regiones costeras sobre suelos arenosos desde Florida (USA) hasta Colombia y Venezuela y por si fuera poco está registrado en el Libro Guinness como el árbol más peligroso del mundo.

¿cómo es?

El imponente árbol de la muerte, que puede alcanzar 20 metros de altura, presenta numerosas ramas, lo que, aparentemente, lo hace apropiado para proteger a una persona de la lluvia o del sol ardiente, pero no.

Además, sus dulces y sabrosas frutas se parecen mucho a las manzanas. Sin embargo, nada es como parece, puesto que ese fruto y todas las partes de la planta están llenas de veneno.

el árbol que mata lentamente

“Todas las partes de la manzanilla son extremadamente venenosas y la interacción o ingesta de cualquier parte de este árbol puede ser letal”, advierten los expertos y no es para menos.

La savia lechosa que produce el ‘hippomane mancinella’ provoca ardor y erupciones cutáneas extremas. Si se ingiere, los severos vómitos y diarreas pueden conducir a la muerte. Tampoco es buena idea quemar al árbol ya que el humo puede provocar ceguera temporal y serios problemas respiratorios.

¿mortal para humanos pero ideal para hacer muebles?

No obstante, aunque la manzanilla de la muerte es peligrosa, puede resultar muy útil.

Su madera, cuando se cosecha y se seca adecuadamente al sol, resulta ideal para hacer muebles, mientras que su savia fue usada para impregnar las flechas con veneno cuando los nativos salían a cazar. Además, la corteza se puede utilizar para tratar edemas y podría ser la clave para los avances científicos.