Estos incluyen las aminas heterocíclicas y los llamados hidrocarburos aromáticos policíclicos, que pueden ocasionar que los alimentos fritos o ahumados sean un riesgo para la salud.

En el caso de la tostada quemada, la mayor preocupación está en torno al riesgo de la formación de acrilamida, un compuesto que se ha relacionado con el cáncer y daño nervioso en animales.

Habiendo dicho eso, la evidencia de un vínculo directo entre el cáncer y la acrilamida en alimentos consumidos por humanos está lejos de ser convincente.

Mientras que algunos estudios han mencionado una duplicación del riesgo de cáncer de ovario y uterino entre las mujeres que consumen este compuesto en alimentos, otras investigaciones no han encontrado nada.

Aún así, en 2007, asesores de salud de la Unión Europea, decidieron adoptar un enfoque preventivo y recomendaron que la gente evite comer tostadas quemadas y papas doradas porque pueden contener niveles inaceptablemente altos de acrilamida.

Fuente: BBC