La reliquia Neb Senu atrajo la atención mundial después de que se hiciera una grabación que la mostraba girando misteriosamente en una exhibición en el Museo de Manchester.

Varias teorías surgieron para explicar el fenómeno, incluyendo que la estatua, dedicada al dios egipcio Osiris (dios de los muertos) y encontrada en la tumba de una momia, estaba maldita.

Este misterio ha sido finalmente resuelto por Steve Gosling, experto en acústica, tras realizar un seguimiento de los movimientos de la figura durante 24 horas a través de unos sensores que colocó debajo del mueble que exhibía la obra, según informó RT.

Los resultados de su investigación aparecieron en la serie televisiva ‘Mistery Map’, de la cadena británica ITV. Descubrió que la estatua giraba cuando las vibraciones en el ambiente alcanzaban su punto máximo.

“La vibración detectada es una combinación de diferentes fuentes como autobuses que están en el exterior o las pisadas de los peatones en la calle abarrotada de gente”, explicó el experto que reveló que la estatua tenía una base convexa, por lo que es más susceptible a las vibraciones que otras estatuas en la misma vitrina.