El cementerio de ballenas con fósiles de hace entre 6 y 9 millones de años de antigüedad que se encontró en 2010 en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, debe su formación a las toxinas emitidas por las algas, que envenenaron y mataron a los animales y acabaron varados en la costa.

Así lo explica un estudio de científicos estadounidenses, chilenos y estadounidenses que publica la revista “Proceedings of the Royal Society B” y que resuelve el misterio de la muerte repentina de estos mamíferos en Atacama.

La orientación y la condición de los esqueletos indicaban una muerte en el mar, aunque lo que más intrigó al equipo científico que los examinaron fue la forma en que estaban acomodados los cuerpos: en cuatro capas separadas, lo que reflejaba cuatro varamientos diferentes a lo largo de entre 10.000 y 16.000 años.

Este hallazgo se convirtió así en el primer ejemplo de varamientos en masa repetidos de mamíferos marinos en el registro de fósiles.

Tras su investigación, los científicos concluyen que la causa más probable de su muerte es que comieran o inhalaran las toxinas generadas por las algas nocivas a finales del Mioceno (5 a 11 millones de años atrás).

Después, los cuerpos de los animales muertos flotaron hacia la costa y quedaron enterrados por la arena.

Las mareas de algas nocivas son comunes a lo largo de las costas de los continentes y aumentan con ciertos nutrientes vitales, como el hierro, que se liberan durante la erosión y son transportados por los ríos hacia el océano.

Fuente: Agencias