Gubariev, en ese entonces de 26 años, narró que fue llamado de emergencia para viajar a Chernobyl, aunque no recibió información alguna del por qué. Él junto a otros bomberos fueron llevados a la zona en diez buses.

“No tenía ni idea acerca de la magnitud de la catástrofe. Había leído un pequeño anuncio en la tercera página del ’Komsomolskaya Pravda’ [un tabloide diario soviético] el 29 de abril y eso fue todo”, contó.

“Dos cosas sobresalen en mi memoria de ese viaje. La primera fueron los pozos cubiertos en fundas de plástico y el segundo era un joven familia (marido, esposa y una hija de dos años de edad), tratando de escapar del horror de la zona contaminada en un viejo ciclomotor”, expresó.

Las dos ciudades más cercanas a la central nuclear de Chernóbyl y Pripyat tenían cerca de 68 mil presidentes en total. No fue sino hasta 36 horas después del accidente que las autoridades comenzaron a evacuar a la gente.

En total, 130 mil fueron trasladados y la zona de evacuación aumentó a 18 millas (30 kilómetros). Los equipos trabajaron día y noche para asegurar el área, incluyendo pilotos de los helicópteros, que rociaban una mezcla de arena, plomo y boro en el reactor.

“Todas las personas que estaba en Chernobyl vestían ropas extraña”, explica Gubariev. “Algunos llevaban chaquetas y pantalones blancos, algunos en azul”, agregó el ingeniero, quien contó la dura labor que le tocó cumplir.

“El comandante, sargento y dosimetrista [médico especialista en radiación] nos dijeron que donde estábamos, el nivel de radiación era de dos [milisieverts] por hora. A las afueras de la puerta era de 60 [milisieverts] por una hora. Teníamos que mantener nuestros respiradores en. Era muy difícil hacer eso en las condiciones en que el sudor corría por toda la cara y sentíamos la falta de aire”, refirió.

No es de extrañar que Gubariev y sus tropas sudaran. Las temperaturas en el interior del núcleo del reactor habían alcanzado la increíble cifra de 2.000° C (3.600° F), que es más de dos veces más caliente que la lava.

“¿Cómo salí de allí no me acuerdo, pero lo principal es que estaba, estábamos a salvo”, precisó. Una vez fuera, los trabajadores fueron inmediatamente revisados por los dosimetristas para ver la cantidad de radiación que habían absorbido.

Gubariev sólo había absorbido 7 milisieverts de radiación, pero su compañero de trabajo, Nick, había recibido una dosis de 20 milisieverts. Él permaneció en la zona por 35 días en jornadas que iban de dos a 14 horas.

Fuente: ‘Daily Mail’