“Había tal hedor que era imposible estar ahí por más de cinco minutos. Mis soldados no lo podían soportar y me rogaban para que los dejara ir. Pero teníamos una misión que cumplir”, dijo Anatoly Shapiro, el primer oficial del ejército soviético que entró al mayor campo de concentración nazi, el temido Auschwitz-Birkenau.

Este hecho importante ocurrió el 27 de enero de 1945, hace 70 años, durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial.

“Entramos en la mañana del 27 de enero de 1945. Vimos algunas personas vestidas con harapos. No parecían seres humanos, lucían terrible, eran puro hueso”, añadió.

TE PUEDE INTERESAR: Auschwitz: ¿Cómo era el mayor campo de concentración nazi?

Shapiro, como comandante del batallón, les dijo a los sobrevivientes que eran el ejército soviético y que quedaban libres del dominio alemán, “pero ellos no reaccionaron, no podían ni mover la cabeza o decir una palabra”.

“Cuando nos aproximamos a las barracas que se suponían eran para mujeres, nos encontramos con una imagen terrible. Mujeres que yacían sin vida sobre el suelo, desnudas, porque la ropa se la habían robado las personas que sobrevivieron. Había mucha sangre y excrementos humanos alrededor”, recordó.

“En el último cuartel solo habían dos menores que habían logrado sobrevivir y cuando nos vieron comenzaron a gritar: ‘¡No somos judíos!, ¡no somos judíos!’. Estaban asustados porque pensaron que los íbamos a llevar a la cámara de gas”, dijo.

Pero el empeño de ayudar a los prisioneros no siempre fue exitoso, como se lo confesó Shapiro a la radio israelí.

“Apenas llegamos, montamos algunas cocinas de campaña y preparamos algunos alimentos ligeros. Pero algunos de ellos murieron al probar la comida, porque sus estómagos no funcionaban normalmente”, explicó.

TAMBIÉN PUEDES LEER: Auschwitz: Conoce a los peruanos recluidos en el mayor campo de concentración nazi

“Estábamos furiosos. Los soldados querían matar a todos los alemanes, pero me tocó explicar que muchos de ellos no eran fascistas ni responsables de los crímenes que habían cometido los nazis”, añadió.

“El 18 de enero de ese año los alemanes que dirigían el campo reunieron a toda las personas que pudieron. Nuestro servicio de inteligencia estimó que eran al menos 10.000 y que los nazis los obligaron a marchar, hambrientos y desnudos, hacia otros campos ubicados en el oeste. Ninguno de ellos logró sobrevivir. Todos murieron en el camino”, señaló.

“Si tengo algún mensaje para la siguiente generación sería muy simple: no permitir ni por un segundo que lo que ocurrió durante estos años se repita de nuevo”, finalizó.

Se estima que al menos 1,1 millones de personas perecieron solo en este campo de concentración en las cámara de gas, o por el hambre, distintas enfermedades o el agotamiento.

Fuente: BBC