Adolf Hitler pasó tristemente a la historia por ser el principal artífice del holocausto, que fue la “solución final” ideada por el nazismo para aniquilar por completo a la población judía de Europa.

Según algunos historiadores, hasta 6 millones de personas fueron brutalmente asesinadas en los campos de concentración alemana por este motivo, pero ¿por qué el líder austriaco odiaba a los judíos?

Se dice que, probablemente, veía en ellos a los grandes responsables de la desgracia alemana, ya que a pesar de ser empresarios y banqueros, se negaron a ayudar a su país en su recuperación tras la Primera Guerra Mundial.

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Para el Führer, los judíos eran avaros, egoístas y mezquinos, y para colmo les culpaba de la derrota de su país en el citado conflicto militar, así como de las desgracias posteriores acontecidas en territorio germano.

Una teoría más paradójica es la que defiende que el padre y el abuelo paterno de Hitler, por los que no tenía un gran aprecio, eran judíos; algo a lo que hay que sumar que su propia madre murió atendida por un médico judío.

Pero , es preciso aclarar que el antisemitismo se hizo muy habitual en Europa desde la Edad Media, cuando gran parte de la sociedad comenzó a acusar a los judíos de haber matado al hijo de Dios.