‘¡La Madre Patria llama!’ fue una campaña propagandística sin precedentes que tuvo un impacto enorme en los soldados del Ejército Rojo para enfrentarse a los nazis, liderados por Adolf Hitler.

Esta campaña los ayudaba a luchar contra los nazis, a creer en la victoria y en fin, a ganar. Todo eso se resume en los carteles de propaganda. Hoy en día, la mayoría de ellos son considerados obras de arte.

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“Esa fue una campaña de relaciones públicas brillante (…). Los carteles transmiten mensajes simples, muy concretos que se entienden fácilmente. Son mensajes didácticos y educativos que decían a la gente qué tenía que hacer y cómo debía ser”, subrayó el fotógrafo Edward Opp.

En la URSS la propaganda popular espectacular tomó una envergadura sin precedentes. Estaba dirigida tanto a los militares profesionales como a los voluntarios, tanto a adultos, como a niños. Fomentaba el orgullo nacional, el patriotismo, el sentido del deber y estaban por todos lados, no dejando espacio a la desmoralización.