Ni el más entusiasta de los seguidores del Frente Amplio a comienzo de año imaginó que su candidata estaría tan cerca de pasar a la segunda vuelta. La encuestadora GfK en enero le daba solo 1.9% y la primera semana de marzo obtenía 3.7%. ¿Cómo es que ahora podría pasar a la segunda vuela?

En menos de 30 días dos factores confluyeron a favor de Mendoza. La entrevista que ofreció en Sin Medias Tintas —ante un duro panel de periodistas— y la exclusión de la revelación de Julio Guzmán de las elecciones 2016 fueron determinantes para que la candidata del Frente Amplio se beneficie y goce de este buen momento en los comicios.

El troleo de Verónika

Poco interés le tomaban los candidatos de “arriba” a Verónika Mendoza, quien pedía debates con Keiko Fujimori, pero no obtenía respuesta. Incluso la propuesta de renegociar el gas que presentó desde el inicio de su campaña ganó interés no desde su frente, sino gracias a unas declaraciones de Alfredo Barnechea en el programa de Jaime de Althaus.

Sin embargo, la primera semana de febrero su presentación en Sin Medias Tintas, ante un panel de periodistas bastante crítico, le auguró buenos resultados, incluso en las redes sociales, donde aprovecharon el ridículo de las intervenciones de los panelistas y las respuesta de una centrada y calmada candidata. Este fue el comienzo de una campaña en ascendencia.

Verónika Mendoza en dos momentos claves:


A río revuelto: se fue Julio Guzmán

Luego de la exclusión de Julio Guzmán y de César Acuña un buen porcentaje de electores buscaron nuevos candidatos donde depositar su confianza. En ese contexto es que Verónika Mendoza logró “pescar” votos y obtener, por ejemplo, 9% de las preferencias a nivel nacional, según CPI, la tercera semana de marzo ya sin la presencia de los excluidos.

El 27 de marzo, Verónika se ubicó en tercer lugar con 12,1%, según Ipsos. Como se ve, en menos de un mes logró trepar hasta el tercer puesto y como era de esperarse las alarmas de sus contendores, que antes la ignoraron, empezaron a encenderse y las críticas comenzaron y no se han detenido.

La respuesta de Mendoza a sus críticos:


La guerra de desprestigio

Si algo hubo en estas elecciones han sido insultos y agravios. A Mendoza se le ha acusado de chavista, de senderista o de escasa experiencia para asumir las riendas del país. Lo cual, para algunos analistas, incluso esto le ha resultado beneficioso. Aunque hay temas sensibles por los que deberá convencer al electorado que no tiene vínculo, como si incurrió en alguna irregularidad en el caso de las agendas de Nadine Heredia.

Los vientos favorables de la exclusión de candidatos, una entrevista que la impulsó en redes sociales y las propuestas que calaron en el electorado han logrado que ahora dispute su paso a la segunda vuelta.

Como es de esperarse, en el Frente Amplio celebran su ascenso en las encuestas y la curva que apunta hacia arriba, a pesar que ninguno de ellos, ni siquiera el más optimista, vislumbraba un escenario tan favorable.

Entrevista luego de debate presidencial: