El protagonista de uno de los episodios más “emblemáticos” y “bochornosos” de la historia del Congreso de la República dijo no sentirse orgulloso por su accionar.

Corría el año 1988 y los problemas económicos se le salían de las manos al gobierno aprista liderado por Alan García. En ese contexto, en el Hemiciclo Nacional las discusiones sobre la banca eran cosa diaria y generaban las más alteradas discusiones, una de ellas inició cuando el, entonces diputado Fernando Olivera, empezó a cuestionar al recien juramentado ministro de pesquería encarnado en Rómulo Léon Alegría.

Así, entre insultos y acusaciones de tener cuentas bancarias en el extranjero y dejar en la ruina a los organismos que manejaba, empezó un bronca de aquellas. León Alegría no aguantó más palabras y se acercó al escaño de Olivera para agredirlo, pero fue detenido por otros parlamentarios. No logró golpearlo pero sí alcanzó a jalarle el peluquín.

Hoy, más de 20 años después, el miembro aprista, principal acusado en el caso Petroaudios, dijo que no volvería a jalarle el pelo a olivera ni protagonizar un incidente de esa naturaleza.

“( ¿Le volvería a jalar el pelo a Fernando Olivera?) No, eso pasó al mes de que juramenté al cargo, es un hecho del cual no me enorgullezco, ni repetiría”, declaró en una entrevista a Sin peros en la lengua.

León Alegría aclaró que los insultos y frases encendidas que lanzó ese día Olivera no eran para él sino para el Gobierno.

“No me dijo a mí… Él se refería al gobierno de García, y a las Fuerzas Armadas, ya que el telón de fondo era la estatización de la banca, hecho infame que nunca aprobé”, refirió.