La Aviación del Ejército canceló los contratos que había suscrito con la compañía peruana Trepsa para la ampliación de la vida útil de dos aeronaves de transporte Antonov AN-32B.

La anulación fue dispuesta por el comandante general del Ejército, general de división Ricardo Moncada Novoa, luego de que la Inspectoría General del Ejército le reportara una presunta irregularidad.

Los contratos para atender los aviones Antonov, que prestan servicio en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), alcanzaban los 7 millones 86 mil 600 soles.

La cancelación de los contratos tuvo su origen en la fuerte presión que impuso la embajada de Ucrania en Lima sobre el Ministerio de Defensa (MINDEF) y la Aviación del Ejército, cuyo comandante general, general de brigada EP Daniel Forno, suscribió los contratos con Trepsa. Forno es compañero de promoción del presidente Ollanta Humala.

El encargado de negocios de la representación diplomática ucraniana, Víctor Kharaminskyi, comunicó por escrito que la empresa peruana Trepsa no estaba autorizada por la fábrica de aviones Antonov para efectuar trabajos de mantenimiento y reparación.

Para evitar suspicacias, la Inspectoría General del Ejército recomendó anular los contratos, lo que finalmente hizo el jefe del Ejército. Ahora se convocará a un nuevo concurso público porque las aeronaves son necesarias para las operaciones en el VRAEM, según informó La República.