El presidente Ollanta Humala negó que en Perú se esté criminalizando la protesta social en declaraciones a la prensa extranjera, tras su discurso en la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra.

“No hay ninguna criminalización de la protesta social en el Perú. Lo que se está haciendo es defender el Estado de Derecho”, respondió Ollanta Humala a una pregunta de la AFP.

La provincia peruana de Espinar es escenario de un conflicto social, con revueltas contra la cuprífera Xstrata Tintaya, que fueron reprimidas por las fuerzas públicas. Esta represión hizo que cuatro parlamentarios dejaran el grupo oficialista, lo que complica una mayoría presidencial en la cámara legislativa.

Xstrata Tintaya, que vehiculizaría capitales suizos, es acusada de contaminar dos ríos, lo que ha desencadenado movilizaciones sociales que se saldaron con 2 muertos, 70 heridos, y detenciones de un alcalde y de miembros de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que defienden los derechos humanos.

A esto se suma un estallido opositor en la ciudad norandina de Cajamarca, a raíz del proyecto Conga de la empresa Yanacocha, cuyo principal accionista es el grupo estadounidense Newton, que prevé invertir 4.800 millones de dólares para extraer oro y cobre.

“Hemos trazado una hoja de ruta y dado un plazo de dos años para la formalización” de la minería ilegal e informal, explicó Humala a la AFP, refiriéndose a “un fenómeno regional en Latinoamérica (…) que involucra a cientos de miles de personas que están trabajando y no respetando en muchos casos estándares de adecuación ambiental, de respeto al medio ambiente”.