Esta información fue constada gracias a los cientos de llamadas telefónicas que se le interceptaron a la exparlamentaria en los siete teléfonos celulares que utilizaba para realizar dichas negociaciones, informó Perú 21.

Fuentes policiales revelaron que, en las conversaciones con narcotraficantes extranjeros, la dirigente nacionalista se comprometía a mandar las mercaderías ilegales a los países en mención. Esto se pudo determinar pese a que en muchos de los diálogos hablaba en clave.

Esta información es reforzada con las declaraciones de testigos clave, quienes aseguran que para aquel traslado se utilizaban pistas aéreas clandestinas en la antigua Carretera Marginal de la Selva, en el caserío de Pizana (Tocache).

Para ello, la exlegisladora solicitaba (a través de su exseguridad Wilder Satalaya) el apoyo de Florindo Eleuterio Flores Hala, camarada ‘Artemio’, quien antes de su detención tenía el control en el Alto Huallaga.

Luego de la captura del senderista, Obregón se reunió con los Quispe Palomino pidiéndoles que enviaran una columna terrorista del VRAEM a la zona del Huallaga para que protegiera los sembríos de coca. A cambio de tal respaldo se comprometía a ayudarlos económicamente, reveló una fuente vinculada a la investigación fiscal.