El post, titulado “Preguntas para amigos de Nadine”, publicado por Chani Mejía, menciona algunas de las preguntas que la revista le preguntó a algunos de sus amigos, las cuales no fueron publicadas en su edición de mayo.

¿Cómo era Nadine en la universidad? ¿Qué palabras se te vienen a la cabeza cuando piensas en ella?

Una chica feliz de pelo alborotado y amplia sonrisa. Algo irreverente, sin pelos en la lengua.

Con una personalidad muy definida para la edad que tenía (17 años cuando la conocí). Con la gran facilidad de moverse entre círculos distintos sin perder su identidad. Además de inteligente y cuestionadora.

Artista, cantante, buena amiga, cariñosa.

¿Cuáles eran sus prioridades? Si tuvieras que enumerarlas en orden de importancia, ¿cómo lo harías?

1. Los estudios (créanlo o no, era bastante “chancona”). Se juntaba con nosotras que éramos un grupo tranquilo y que vivíamos y amanecíamos estudiando.

2. Sus amigos cercanos. Nadine tenía la facilidad de cohesionar grupos. Nunca le faltaba un gesto de cariño o un detallito para sus amigos.

3. La música (el grupo vocal) y sus amigos los tunos.

¿Recuerdas alguna historia o situación en la que le serviste de apoyo? ¿Recuerdas alguna historia o situación en la que ella te sirvió de apoyo?

Muchísimas: juntas vivimos las alegrías de los primeros amores, y las primeras desilusiones también.

No sé si yo le serví de apoyo (espero que sí!), pero ella marcó mucho mi vida universitaria:

Cuando me conoció (en segundo ciclo) yo había pasado por una no tan buena experiencia de integración en la universidad. Me había tocado un salón particularmente elitista en el primer ciclo, donde mi evidente situación económica marcaba distancia de mis compañeros y pertenecía al grupo de los outsiders. Apenas conocí a Nadine me acogió a pesar de las diferencias y me introdujo a un mundo donde me sentí aceptada y querida, rodeada de música y gente inspiradora. A ella nunca le importó las diferencias de background entre nosotras. Y ni que decir de su casa, su mami siempre tuvo las puertas (y las ollas) abiertas para nosotras!

Otra cuestión muy importante para mí fue una carta que me mandó a un retiro a pedido mío. Fue la única amiga que recuerdo se atrevió a cuestionar mi relación con mi mamá, que en aquel entonces no era muy buena. La carta empezaba así: “Yo sé que todas las cartas que vas a recibir te van a decir lo linda, buena amiga y excelente persona que eres. Y yo también lo pienso, pero caracho Chani, TIENES que hacer algo con la relación entre tú y tu madre. Ella es la única familia que tienes, te adora y se rompe el alma para darte la vida que tienes. No sé cómo, ni qué tienes que hacer, probablemente un poco de ‘perdón’ no vendría mal y que dejes de una vez el resentimiento que no te permite ser con ella lo buena, linda y cariñosa que eres con nosotras”.

Y varias cosas por el estilo. Creo que allí caí en cuenta que Nadine no era una amiga “promedio”, y que siempre me diría la verdad, así no me guste. Probablemente fue de las amigas que más me ayudaron a crecer en la vida.

¿Cuál es la historia o situación más feliz que has vivido al lado de ella?

Caray, realmente nuestra relación estuvo marcada por la alegría. Éramos 4 (y a veces 5) inseparables que estudiábamos, bailábamos, cantábamos y nos divertíamos (bien zanahoriamente) en la universidad.

Si tuviera que escoger un momento feliz sería durante un break entre clases, sentadas las 3 (Nadine, Lissette y yo) en un jardín precioso que había en la universidad, cantando “Era en abril” y “Una rosa es una rosa”. Nadine enseñándonos y corrigiéndonos las notas y los tonos, con paciencia infinita.

¿Desde la universidad ya se notaba que amaba mucho al Perú y que tenía una preocupación social?

Si definitivamente. De nuestro grupo fue la única que participó por ejemplo en las marchas contra Fujimori, el lavado de las banderas, etc. Incluso se ganó una visita a la oficina de la Rectora por hacerlo, pero ella firme en sus convicciones siguió participando en las movilizaciones.

Probablemente es sólo un detalle, pero en la Universidad de Lima de aquel entonces, llevar un morral andino, era sólo para atrevidas. Siempre la recuerdo orgullosa de su origen Ayacuchano y comentándonos de lo comprometido que estaba su papá con apoyar en el desarrollo de su pueblo. Ella compartía ese compromiso y ese cariño.

¿Te imaginaste la importancia que iba a tener su papel en la historia del Perú?

Nadine siempre resaltó en la universidad, frente a los compañeros, con los profesores, en la música, en sus notas. Tenía un carisma y una energía que yo no había visto antes. Definitivamente yo presentía que un papel importante iba a jugar en la historia.

Yo soy una mejor persona gracias a ella y me alegra inmensamente que tenga ahora la oportunidad de llegar y ayudar a tantas personas, especialmente las más humildes. Sé que ellos la aprecian y pueden ver con claridad la belleza de su corazón.

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