En medio de disturbios sociales, Manuel Merino de Lama, presidente del Congreso de la República, prestó juramento para asumir funciones como jefe de Estado tras la aprobación de la vacancia contra el exmandatario Martín Vizcarra el pasado lunes 9 de noviembre.
En calles y avenidas cercanas al local del Parlamento peruano, un grupo importante de ciudadanos mostró su rechazó y se aglomeró en el Centro de Lima. Hubo algunos enfrentamientos entre los protestantes con agentes del orden, donde los primeros expresaron su descontento con la votación hecha por el Legislativo.
Al promediar las 10:30 de la mañana, Manuel Merino ingresó al hemiciclo del Congreso donde fue recibido con aplausos de parte de los parlamentarios presentes (con excepción de la bancada del Partido Morado, quienes no asistieron al calificar de ilegal la vacancia presidencial a Vizcarra).
Minutos después, Merino de Lama procedería a hacer la respectiva juramentación: “Yo, Manuel Arturo Merino de Lama, juro por Dios, por la Patria y todos los peruanos, juro que ejerceré fielmente el cargo de presidente constitucional (…) que defenderé la integridad física y moral de la República”.
Acto seguido, recibió la banda presidencial para luego entonarse las notas del himno nacional.
Tras esto, el presidente de la República inició su discurso a la Nación: “Aceptando el mandato de la Constitución, asumo hoy con honor y alta responsabilidad el cargo de presidente Constitucional. Es un momento muy difícil para el país. El pueblo nos mira con expectativa, pero con preocupación”. inició.
El mandatario recalcó que el Perú se encuentra en medio de una crisis política, económica y sanitaria, pero que en dichos momentos les corresponde “actuar con responsabilidad y madurez”.
No dejó de hacer mención del proceso de vacancia contra Martín Vizcarra llevado a cabo el pasado lunes 9 de noviembre, el cual fue aprobado con 105 votos a favor:
“El día de ayer se produjo la vacancia del presidente de la Republica con votos que no fueron comprados (…) este Parlamento actuó respetando el debido proceso (…) aquí no hay nada que celebrar, es un momento difícil para el país, debemos asumirlo con entereza moral y valor democrático”.
En ese sentido, el momento clave de su alocución a todo el país fue el hecho de reafirmar su vocación de liderar de manera positiva lo que queda del periodo presidencial 2016-2021.
“Nuestro compromiso es llevar adelante una transición democrática. Provengo de un partido (Acción Popular) vinculado a la defensa de la democracia (…) mi ejemplo está inspirado en los presidentes (Fernando) Belaúnde y Valentín Paniagua. Nadie los puede señalar como inmorales o corruptos”, expresó.
Antes de finalizar su mensaje a la Nación, el presidente Manuel Merino se reafirmó en que este nuevo proceso no tuvo asuntos cuestionables detrás: “Reafirmo mi agradecimiento por ese apoyo voluntario sin arreglos bajo la mesa”.