Es contradictorio. lidera las encuestas siempre con un porcentaje por encima de los 30 puntos, pero su antivoto ha aumentado a 40%, según publicó Ipsos Perú en El Comercio en febrero pasado. ¿A qué se debe? Aquí algunas ideas.

El gobierno de su padre, Alberto Fujimori

Si bien para muchos el gobierno de (1990-2000) tuvo unos primeros años destacables en materia económica, su mandato se ensombreció luego que cerró el Congreso en 1992, se denunciaran delitos de lesa humanidad y violación de derechos humanos y la decisión de ir por un tercer mandato.

¿Por qué habría de afectarle a su hija? Porque si bien existen personas que tienen un buen recuerdo del expresidente, hay otros tantos que rememoran la última etapa de un gobierno oscuro, plagado de corrupción y delitos que generaron que el expresidente hasta este momento esté purgando cárcel.


Con los mismos de siempre

Si bien Keiko Fujimori decidió que ni Luisa María Cuculiza ni Martha Chávez —dos defensoras acérrimas del expresidente Fujimori— participen en su lista al Congreso, otro grupo de políticos del fujimorismo duro continúan a su lado y ello demuestra que no existe un desprendimiento del entorno íntimo de su padre.

Así, tenemos a Cecilia Chacón, hija del excomandante general del Ejército Walter Chacón, quien fue condenado a cuatro años por autorizar la entrega de más de S/.50 mil por viáticos al general EP en retiro Edmundo Silva para un viaje a Alemania que nunca se realizó.

Asimismo, tiene a su lado como candidata al Congreso a Luz Salgado, quien considera que el expresidente no cometió ningún delito; como candidato a la vicepresidencia a José Chlimper (exministro de Fujimori); a Jaime Yoshiyama como colaborador sin cargo evidente; y un un sinfín de personajes que nos transportan a los peores años de la década de los 90.


Sus estudios

Este es un tema que persigue y perseguirá a la candidata Fujimori por el resto de sus días: ¿cómo pagó sus costosos estudios en el extranjero? Sus opositores se siguen preguntando cómo se financiaron los estudios universitarios de la candidata y el diario El Comercio en el 2009 informó algo al respecto:

“El ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos afirmó que los estudios en Estados Unidos de Keiko Fujimori fueron pagados con dinero del Estado”.

Y aunque Keiko en el 2001 dijo que el dinero se lo daba su padre en efectivo “en su mano” para pagar sus estudios y los de sus hermanos; en su etapa de congresista y candidata aseguró que se financiaron con los US$ 660 mil de la venta de una propiedad inmueble en Surco.


Su esposo y el trabajo

Existe una sombra sobre Keiko Fujimori. Los allegados al fujimorismo aseguran que se tratan de leyendas urbanas contadas por los opositores y, aunque la candidata lo ha explicado, las dudas persisten en dos temas que parecen perseguirla desde hace dos campañas electorales.

Más de uno se pregunta ¿Mark Vito, trabaja? Si bien el esposo estadounidense de Keiko Fujimori ha declarado que es dueño de una empresa constructora, el poco movimiento financiero de esta no justifica el dinero que supuestamente percibe. En una empresa de dos empleados (uno de ellos es él) y sin movimientos en la Sunat, es lógico que haya más dudas que certezas sobre el esposo de la candidata.

En la campaña anterior, la misma Keiko Fujimori aclaró que Mark trabajaba en IBM Brasil, pero en la campaña actual es seguro que ya no labora en dicha empresa por su movimiento migratorio nulo hacia dicho país. Y es entonces que uno cuestiona: Si el esposo no trabaja y Keiko tampoco… ¿De qué viven?

Pues el misterio lo aclaró Martha Chávez hace algún tiempo: Keiko recibe “un sueldo” de 10 mil soles de partido Fuerza Popular. Aún así, los gastos del colegio de sus hijas y otros tantos del vivir diario no le alcanzarían solo con esa cifra. Una sombra que persiste.


Las redes sociales

Las redes sociales no son amistosas con Keiko Fujimori a pesar de tener muchos jóvenes que la apoyan. Publicaciones críticas, videos y memes tratan de recordar que la candidata del fujimorismo tiene como única consigna liberar a su padre en caso logre ser presidenta e instaurar el mismo gobierno de la década de los 90.

Fotos como esta y se han vuelto muy populares en las redes sociales donde se le critica y burlan.


Críticas generales

A la candidata Keiko Fujimori se le critica, entre otras cosas, que haya apoyado la tercera reelección de su padre en un mitin aunque ahora lo niegue. Que haya permitido que su madre sea maltratada por el expresidente, a pesar que ahora dice que esa noticia es mentira (su madre misma lo denunció) y sin embargo la reemplazó en el cargo de primera dama.

También se le acusa de seguir los lineamientos políticos de su padre, aunque en este punto no haya ninguna prueba tangible de que eso ocurra realmente. Asimismo, se teme que tenga como única meta liberar a su padre, ya que ella misma considera que este no cometió delitos, sino “errores”.

Finalmente uno se pregunta si tiene la experiencia suficiente para conducir las riendas del Perú, si su experiencia como primera dama y congresista —nunca ejerció su carrera— sean suficientes para depositar nuestra confianza en ella.

Keiko y su madre Susana:


La maldición del apellido

Pues bien, la candidata Keiko Fujimori lidera las encuestas con un porcentaje por encima de los 30 puntos y aunque los más optimistas consideran que podría ganar en primera vuelta, la mayoría de analistas creen que llegó a su techo electoral.

¿La razón? Su apellido. Ser una Fujimori le abrió las puertas en la política y la tiene encumbrada en lo alto de las preferencias electorales. Sin embargo, puede ser también su desgracia y aquello que le impida ser, en su segundo intento, la presidenta del país. Sin duda, es altamente irónico que su apellido la haya puesto en el ojo de la política peruana y sea justamente este el que le impida ejercer el cargo más importante en el .

Por: Rafael Roque (@RafoRoque)