El procurador anticorrupción, Julio Arbizu, sostuvo que con el pedido de indulto, el expresidente Alberto Fujimori reconoce su culpabilidad por las violaciones a los derechos humanos y delitos de corrupción por los que fue sentenciado, “aunque no ofrece disculpas por ello”.

Esa es una de las dos grandes contradicciones que existen en el anunciado pedido de indulto por razones humanitarias, aseveró.

Explicó que el pedido de indulto implica un reconocimiento implícito de culpa por los delitos en los que fue hallado responsable, pero advirtió que de parte de Fujimori y de sus seguidores no existe un arrepentimiento por esos hechos.

“Lo perverso del caso es que hay un reconocimiento tácito de culpabilidad, pero del otro hay una renuencia al arrepentimiento y a reparar a las víctimas, expresada por el rehusamiento del pago de la reparación civil”, declaró a la agencia Andina.

La otra contradicción, argumentó, radica en que, por un lado, se pide el indulto por razones humanitarias y, por otro, Fujimori y su familia reconoce que su situación no es grave ni padece una enfermedad terminal, como estipula la ley para conceder el indulto.