A pocas semanas de conocerse el fallo de la Corte Internacional de La Haya sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile, Ernesto Velit explicó que si uno de esos países desacata ese mandato, el otro tendría derecho a denunciarlo ante las Naciones Unidas, que es lo que señala la Carta de la Corte Internacional de Justicia.

“La Corte es la única organización dependiente de las Naciones Unidas cuyas decisiones son vinculantes. En caso de que una de las partes desconozca (el fallo), la otra tiene el derecho de denunciarlo ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Si este no lo resuelve, pasa al pleno de las Naciones Unidas”, señaló a Peru.com.

Agregó que el país que desacate el fallo puede ser sometido a sanciones que van desde la amonestación hasta la expulsión del pleno de la Asamblea de las Naciones Unidas.

Consecuencias políticas y sociales

Para el experto en temas internacionales, si es que Perú o Chile desobedecen el fallo, se establecería una brecha en las relaciones entre los dos países. “Se convertirían en adversarios, por no decir enemigos en la región. Hay demasiados intereses comunes para que dos países como Perú y Chile se enfrenten. Eso no puede suceder”, enfatizó.

Indicó que antes que se dañen las relaciones entre ambas naciones habría que agotar todos los medios que existen para poder obligar a la otra parte a que acate la decisión de la Corte.

Chile tendría que enfrentar costo político

En caso de que el fallo sea favorable para Perú, Velit consideró que el gobierno chileno tendrá que enfrentar la desaprobación por parte de sus ciudadanos.

“Según las encuestas, hay un sentimiento bastante presente en la sociedad chilena, pero el compromiso es del gobierno. No es algo que depende de la voluntad del pueblo ni de las Fuerzas Armadas. Acá hay una cuestión de Estado, una decisión de una Corte Internacional que se pronuncia a nombre del derecho internacional”, aseveró.

“Si es consecuente con sus compromisos, el presidente de Chile tendrá que dar la espalda a cualquiera de esos elementos y respetar el compromiso de la Corte”, manifestó.

Detalló que es un costo político que tendrá que enfrentar el gobierno chileno. “No se puede satisfacer a todos. Hay alguien que perderá, otro que ganará, no se sabe quién, pero de todas maneras habrán heridos y contusos después del pronunciamiento de la Corte Internacional”, puntualizó.

Por: Gustavo Muñoz (@Gustavo_MP)