El Estado peruano expresó su disconformidad frente a las observaciones realizadas por la Comisión de las Naciones Unidas contra la Tortura (CAT) referentes a la necesidad de evaluar el cierre de los penales de Challapalca y Yanamayo, debido a las condiciones carcelarias de estos centros penitenciarios.

“Conforme se aclaró por la Delegación nacional durante la sustentación del Informe en Ginebra, el penal de Yanamayo se encuentra a la misma altura y a cinco minutos respecto de la ciudad de Puno. No se trata, por tanto, de un lugar cuya altura afecta la salud de los internos o inhóspito o de difícil acceso”, señaló el gobierno en su respuesta enviada a la mencionada comisión.

Indicó que actualmente el entorno urbano de dicho penal asegura medios de transporte regular y frecuente, hospedaje para los familiares de los internos y el acceso telefónico. Además, precisó que en ese centro penitenciario no se encuentran terroristas sino internos por delitos comunes.

“No sería posible que el Estado peruano considere razonable cerrar el penal de Yanamayo por las razones antes expuestas”, se añadió en el documento.

Respecto del penal de Challapalca, señaló que si bien se encuentra a 4500 metros sobre el nivel del mar, no se trata de un lugar inhabitable o tan inhóspito que no pueda llevarse una vida adecuada y sin riesgos para la salud.

Además, resaltó, se trata de un penal de máxima seguridad donde se encuentran internos de alta peligrosidad social, por lo que no se puede prescindir de dicho centro penitenciario.