La eventual elección de un alcalde para Lima, en caso de que sea revocada la actual burgomaestre, Susana Villarán, costaría al erario nacional 112 millones de nuevos soles y la autoridad elegida sólo gobernaría un año, indicó el analista electoral, Fernando Tuesta.

Señaló que, en dicho escenario, el nuevo burgomaestre tendría muy poco tiempo para realizar una gestión productiva, porque será electo en noviembre próximo y entregará el cargo el 1 de enero del 2015. “Es decir, tendrá muy poco tiempo para actuar”, expresó.

Sin embargo, Tuesta Soldevilla anotó que, mientras se realiza un nuevo proceso edilicio, posterior a la revocatoria, Lima tendrá un burgomaestre provisional que “no podrá hacer nada por la ciudad”.

El especialista indicó que el cargo lo asumiría el primer regidor de Fuerza Social no revocado, es decir, el que no logre la mitad más uno de los votos a favor de la revocación.

“Lo cual haría que en dos años tuviéramos tres alcaldes. Dos que no podrán hacer mucho y uno que recién comenzaría a gobernar en el 2015”, manifestó, en declaraciones a TV Perú.

Tuesta expresó, en ese sentido, su preocupación porque refirió que en Lima están pendientes muchas obras a favor de la población.

Asimismo, precisó que si 14 regidores edilicios son revocados, pero no Villarán, se convocará un nuevo proceso electoral, pero sólo para elegir a quienes reemplazarán a los concejales metropolitanos que dejarán sus cargos.

Fuente: Agencia Andina