Lima. , recluido expresidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), aseveró que sabía que ganaría algunos enemigos al asumir el cargo; sin embargo, dijo no haber previsto que las cosas “llegarían tan lejos”.

“Sabía que rompía con muchos esquemas y vicios del pasado que me iban a generar muchos enemigos, pero jamás imaginé que las cosas iban a llegar tan lejos”, sostuvo durante la audiencia en la cual se evalúa un pedido de prisión preventiva por 36 meses por una presunta vinculación con la organización criminal “Los Cuellos Blancos del Puerto”.

El martes, la fiscal contra el crimen organizado del Callao, Rocío Sánchez, indicó en la audiencia que otorgó entradas VIP para los partidos de la Selección Peruana de fútbol a diversos congresistas, por las cuales “habría recibido a cambio protección política” y a diversos jueces por una respectiva “protección judicial”, en el marco de las investigaciones en su contra por el caso los Wachiturros de Tumán en Lambayeque.

En esa línea, el dirigente deportivo negó que haya accedido al cargo para hacer “lobbies judiciales” y precisó que la entrega de entradas a representantes de todos los poderes del Estado es una práctica institucional en el FPF.

“La entrega de estar entradas a autoridades y representantes de todos los poderes del Estado es una política institucional de siempre, no instituida por mí, sino de siempre. Cualquiera puede verificar con congresistas, con el Poder Judicial, con el Ministerio Público, con todos los miembros, si es que esa fue una práctica institucional de mi gestión o ya tenía algún sentido esa acusación, pero no”, señaló .

Asimismo, consideró que la acusación fiscal carece de las pruebas suficientes para que un pedido de prisión preventiva sea justo y lamentó haberse tenido que alejar de su labor a cargo del fútbol peruano por esta situación.

Sobre el expresidente de la Federación Peruana de Fútbol ya existe un pedido de prisión preventiva de 18 meses por el caso Los Wachiturros de Tumán.