La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) publicó una sentencia contra el Estado peruano por torturar a Gladys Espinoza, una mujer detenida como sospechosa de terrorismo el 17 de abril de 1993.

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La CorteIDH, con sede en Costa Rica, indicó en el fallo que Perú violó los derechos a la libertad personal, integridad personal, protección de la honra y dignidad, garantías judiciales y protección judicial e incumplió el deber de no discriminar.

“El Estado debe, en un plazo razonable, abrir, impulsar, dirigir, continuar y concluir, según corresponda y con la mayor diligencia, las investigaciones y procesos penales pertinentes, a fin de identificar, procesar y, en su caso, sancionar a los responsables de las graves afectaciones a la integridad personal” de Espinoza, indica la sentencia.

La corte determinó en la sentencia que agentes de Perú detuvieron ilegal y arbitrariamente a Espinoza, sin que se le notificaran los cargos en su contra y sin control judicial por al menos 30 días, y que fue torturada en las instalaciones de la División de Investigación de Secuestros (DIVISE) y la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (DINCOTE).

Los jueces dieron por probado que Espinoza fue sometida a actos de tortura y violencia sexual “consistentes con la práctica sistemática y generalizada de tortura” aplicada en la época en investigaciones por delitos de traición a la patria y terrorismo.

El Estado peruano también fue condenado por no iniciar investigaciones en relación con los hechos de tortura y de violencia sexual, a pesar de las denuncias formuladas desde 1993 y de la existencia de informes médicos.

Además, la Corte Interamericana determinó que “las precarias condiciones de detención” en las que estuvo Espinoza entre 1996 y 2001 en el Establecimiento Penitenciario de Máxima Seguridad de Yanamayo, sin recibir atención médica pese al deterioro progresivo de su salud, “constituyeron un trato cruel, inhumano y degradante”.

Fuente: EFE