El Contralor General de la República, Edgar Alarcón, fue denunciado por un auditor por no haber declarado la compra de aproximadamente 90 lujosos vehículos a su nombre y a nombre de su hijo, Edgar Alarcón Gordillo, para luego revenderlos desde el año 2003 hasta 2015, siendo vicecontralor.

Sin embargo, Alarcón le pidió a ese auditor, Walter Grados, que retire tal denuncia, de acuerdo a unos audios presentados por un reportaje de “Cuarto Poder”.

En agosto del 2016, tras acopiar documentación, Grados denunció a Alarcón ante la presidenta del Congreso, Luz Salgado, y ante la Comisión de Fiscalización del Parlamento presidida por Héctor Becerril.

De acuerdo a la denuncia, entre el 2002 y el 2015, el contralor y su hijo compraron más de 90 vehículos Audi, BMW y Jeep para operaciones de compraventa. Entre el 2013 y el 2015, cuando era vicecontralor, Alarcón adquirió nueve autos por un total de 182.550 dólares.

Ese dinero, según la denuncia, no fue declarado, pese a que debió hacerlo como funcionario. Además, lo que agrava el hecho es que Alarcón estaba prohibido de realizar este tipo de negocios.

En septiembre de ese mismo año, cuando Alarcón tomó conocimiento de la denuncia, citó a Grados a su despacho y trató de convencerle de que retire los cargos. El auditor grabó la conversación.

“¿Qué pasaría si retiras la denuncia del Congreso? No quiero presionarte, no te estoy hostilizando. Por lo menos dame esa oportunidad (de retirar los cargos) y seguimos siendo amigos”, le dice Alarcón a Grados.

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