“¿Fue la reencarnación de Bolívar? Siendo honestos, habría sido el segundo secretario del libertador. Le faltaba la grandeza intelectual de don Simón, su prosa exacta, su tristeza profética, su brillo de estratega, su capacidad de irse”, escribió en su columna Matices.

Sin embargo, destacó que Chávez se haya enfrentado al “sórdido imperialismo de los Estados Unidos” y a la derecha internacional.

“Chávez fue el único latinoamericano de estos últimos tiempos que llamó a algunas cosas por su nombre (“ladrón de siete suelas”, le dijo a Alan García) y tuvo el coraje de enfrentarse al sórdido imperialismo de los Estados Unidos. Por eso lo odiaban tanto en el patio trasero”, agregó.

Por tal motivo, indicó, “la muerte de Hugo Chávez le sienta bien a la derecha internacional. Pero también a la nacional”.

Sin embargo, no dudó en criticar al fallecido mandatario. “Chávez era un Nikita Kruschev del mar Caribe, un Lenin chusco, un Trotsky de mimeógrafo y a veces (muchas veces) un mandón sin límites y un abusivo sin escrúpulos. Pero era hijo de la decadencia democrática de Venezuela (…)”, puntualizó.