El congresista aprista Jorge del Castillo viene siendo interrogado en calidad de agraviado en el juicio seguido a un grupo de marinos y civiles por acciones de espionaje a través de la empresa Business Track (BTR).

Del Castillo afirmó que “toda su correspondencia telefónica había sido interceptada”, al ponérsele a la vista una serie de correos que fueron hallados dentro del material incautado en este caso.

Uno de estos correos, señaló el aprista, está referido a la época en la que defendió al presidente Alan García, mientras que otros están relacionados a intercambios con dirigentes del Partido Aprista Peruano.

Señaló que utilizó, entre los años 1998 al 2000, la cuenta de correo electrónico de su esposa, debido a que en esa época se encontraba en plena dictadura.

Negó, además, haber direccionado políticamente la investigación policial por el caso Business Track. “Eso es totalmente falso”, sostuvo al sostener que los acusados en el caso quieren fungir ahora de acusadores y realizar acusaciones sin fundamento.

Además, negó haber recibido llamadas telefónicas de terceras personas que le informasen sobre el estado de los acusados que fueron detenidos en la investigación judicial y negó haber ofrecido ayuda a la analista de sistemas, Giselle Gianotti, para que ésta salga bien librada en este caso.