En diálogo con el diario “Perú.21”, Carlos Tapia indicó que en su caso utilizar el término “reglaje” no es lo más adecuado porque es el seguimiento a la rutina de una persona para producirle un ataque, algo copiado de Sendero Luminoso. “En mi caso fue un seguimiento a mis acciones políticas”, anotó.

Refirió que quienes lo seguían se informaba de su estadía en Chiclayo y en otros lugares “diciendo tales cosas”. “Era una transcripción de lo que se había dicho, pero también se falseó información”, remarcó al señalar que eso ocurrió cuando estaba Adrián Villafuerte como consejero de seguridad de Ollanta Humala.

“Siempre tuve sospechas, más o menos fundadas, de que era él quien teniendo contacto con la Dirin, promovía este tipo de seguimiento para presentar files que decían que (yo) era peligroso”, expresó.

TAMBIÉN PUEDES LEER: Aurelio Pastor denunció que lo ‘reglaban’ pero en realidad eran…

Tapia recordó que Villafuerte fue secretario del general César Saucedo Sánchez, que está prófugo y que era asesor de Vladimiro Montesinos. “La impresión que tuve es que Villafuerte, con quien nos llevábamos a las patadas, habría preparado este file”, señaló.

Sobre el caso de la vicepresidenta Marisol Espinoza, Tapia afirmó que no cree que Humala haya “sido engañado tan burdamente siendo militar” y que la orden para que la DINI muestre sus panes operativos es un “engañamuchachos”, pues “dan información falsa” y no tienen nada de ilegal.

MÁS DEL TEMA: Salomón Lerner Ghitis: El Gobierno sí realizó seguimientos a asesores

”(Ollanta Humala) cree que todos nos chupamos el dedo. Nunca en un plan de operaciones de inteligencia se verán como órdenes algo que es ilegal”, enfatizó.

Finalmente, el analista político indicó que tanto el ministro del Interior, Daniel Urresti, como la jefa del Gabinete Ministerial, Ana Jara, deben renunciar porque, en el caso del primero, la DINI debió haberle entregado los reportes de seguimiento, mientras que la segunda no habría sabido controlar los exabruptos e ilegales del primero.