El investigador paranormal William Hope se convirtió en uno de los más diestros fotógrafos de espíritus a principios del siglo XX, al punto que llegó a fundar el grupo de espiritistas, el Crewe Circle Spirtualists.

Este grupo invocaba sesiones para interactuar con fantasmas. Gracias a ello Hope tuvo la posibilidad de retratar decenas de personas o familias que alegaban el acoso de entidades ultraterrenas.

Tras una gran investigación por parte de sus detractores, se probó que las fotografías de espíritus de Hope eran falsas, sin embargo, se conservaron en un museo porque no dejan de ser escalofriantes e impactantes.