Los compradores de un supermercado en Ketchikan, Alaska, se quedaron sorprendidos ante la entrada de un singular cliente. No se trataba de ningún famoso sino un juguetón y pequeño oso negro.

El cachorro habría entrado por la puerta delantera de la tienda como todos los demás. El animal asustado encontró en su camino un refrigerador donde se escondió, o mejor dicho, se intentaba esconder.

Según las autoridades sospechan que es un oso huérfano. Además de que se veía asustado y tratándose de ocultar. Un cliente lo capturó, y lo enviaron de nuevo al bosque. Varios miles de dólares de productos que arruinó el oso fueron donados a un ganadero.

Fuente:Planetacurioso.com