Tras un paciente seguimiento, agentes de la Dirección Nacional de Criminalística (DIRINCRI) intervinieron una vivienda que era usada como depósito por una mafia que usaba a menores de edad para vender dinamita en Huancayo.

Los agentes intervinieron la vivienda de Esther Ponce Gálvez (35), donde se encontraron más de 3,600 cartuchos de dinamita distribuidos en 11 cajas. Según la dueña de la casa, el cuarto donde se hallaron los explosivos era de su hijo.

Cabe indicar que la Policía continúa con las investigaciones para determinar cual era el destino final de los cartuchos de dinamita incautados.

Hay dos personas más implicadas que serán acusadas por el delito contra la seguridad pública en la modalidad de tenencia ilegal de explosivos.