Recientemente el diario ‘El País’ publicó la historia de Hanti Oncel, un camionero dueño de un cibercafé que tras viajar a Siria para buscar una nueva esposa y no encontrarla, lo hacía en Internet con un costo de 50 centimos la hora de conexión.

“Pensé que si la gente usaba Internet para encontrar amigos, yo podía hacer lo mismo para buscar esposa”, declara Oncel.

Luego de unos días, dio con Mona, natural de Marruecos. Gracias a un chat y tras cuatro meses de romance online, la pareja se casó y se mudó a Turquía. Actualmente viven junto a la primera esposa de Oncel y sus 11 hijos.

Un estudio de la Universidad de Hacettepe afirma que 200 mil mujeres comparten marido en Turquía a pesar de estar prohibido desde 1926. “Normalmente, las mujeres aceptan la poligamia por la presión familiar o por creencias religiosas”, explica la profesora Ilknur Yüksel Kaptanoglu, autora del estudio.

Según la publicación del diario, la llegada de Internet y las redes sociales ha revolucionado los hábitos matrimoniales. Esto tomando de ejemplo a los hombres de esta aldea del centro de Anatolia, quienes asisten al cibercafé en busca compañera.

“Las preferidas son las marroquíes, porque son musulmanas y no necesitan visado para entrar en Turquía”, explica Oncel en un chat online.