Según Michael Goldfarb, portavoz de la organización, los trabajadores fueron sacados de una casa de Médicos Sin Fronteras en el norte de Siria “supuestamente para interrogarlos”.

Sin embargo, desde el último jueves en la noche se perdió la comunicación con ellos. No precisó si el grupo armado pertenecía a fuerzas del gobierno o rebeldes. Tampoco se informó la identidad del connacional.

En tanto, Rami Abdurrahman, jefe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, dijo que miembros del grupo Estado Islámico de Iraq y el Levante, vinculado con Al Qaeda, irrumpieron en un hospital en la provincia de Latakia y se llevaron a todos los médicos.

Otros galenos fueron capturados en sus casas por miembros del grupo. Las zonas del norte y el este de Siria, en poder de la oposición, han sido escenario de una ola de secuestros en los últimos seis meses, afectando a periodistas, trabajadores de asistencia y activistas.