La audaz y bella señorita circulaba como Dios la trajo al mundo abrazada a un muchacho cuando fue vista por oficiales de tránsito, quienes los obligaron a detener el rodado.

Al parecer la única ofensa a la ley que estaba cometiendo consistía en no usar protección en la cabeza. Y nada dijeron acerca de la desnudez.

Así, los agentes de la ley multaron a la muchacha y los obligaron a ir directamente a conseguir un casco, no sin antes advertirles que le próxima vez, la multa sería mayor.

Fuente: Agencias