Los desmanes en Puno no cesan. Los manifestantes quemaron gran parte de la comisaría de Azángaro, en donde se encuentran encerrados cuatro policías, quienes prácticamente se convirtieron en rehenes de los revoltosos.

De acuerdo con una transmisión de Canal N, los huelguistas lanzaron piedras y bombas molotov a la comisaría, por lo que los efectivos del orden están cercados.

Asimismo, se informó que, lamentablemente, no hay una compañía de bomberos cerca, ya que la única está a 50 kilómetros de la zona.

Por otro lado, RPP informó que el Banco de la Nación de Azángaro también fue tomado por los manifestantes.

Mientras tanto, el caos continúa reinando en Juliaca, donde la División Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) se ha desplegado por las calles y ha lanzado gases lacrimógenos debido a que los manifestantes intentaron entrar y saquear la tienda de Plaza Vea.