“Comida procesada” se refiere a una amplia gama de productos consumibles. Incluso una calabaza pre-cortada puede ser calificada como alimento procesado. Sin embargo, no pierde el valor nutricional sólo porque alguien más lo cortó.

Los principales delincuentes entre esta clase de alimentos son aquellos que están más procesados químicamente, que mecánicamente. Son hechos “a partir de ingredientes refinados y sustancias artificiales”, por lo que no son lo mejor en una dieta sana y balanceada.

Entonces, la verdadera pregunta es: ¿qué es lo que nuestro cuerpo pierde cuando le damos alimentos alterados de su estado natural?

A continuación, tres cosas problemáticas que le ocurren a nuestro cuerpo cuando consumimos excesivamente alimentos procesados, de acuerdo a un artículo de Verilymag.

comes más de lo que necesitas

Kris Gunnars, uno de los fundadores de la revista ‘Authority Nutrition’, dijo que nuestros cuerpos prefieren los alimentos llenos de grasas, azúcar y sal, porque “contienen la energía y los nutrientes que necesitamos para sobrevivir”. El problema es que este tipo de productos puede “desencadenar” el sentido de recompensa en nuestros cerebros, lo que puede hacer que el organismo tenga dificultades para saber cuándo hemos comido lo suficiente, una reacción que a menudo los productores de alimentos procesados utilizan a su favor.

“Tenemos mecanismos complicados en nuestros cuerpos y cerebros que regulan el balance energético (cuánto comemos y cuánto quemamos), cuya función es mantener nuestro peso dentro de un límite saludable. Hay bastantes evidencias de que el sentido de recompensa que provocan los productos procesados puede ‘silenciar’ al mecanismo innato de defensa, y así comenzamos a comer mucho más de lo que necesitamos, lo que perjudicaría nuestra salud”, señaló Gunnars.

se gasta menos calorías

Un elemento crítico en decidir qué comes es cómo tu cuerpo va a utilizarlo. “En general, una persona usa el 10% de la energía que obtiene de su comida en procesar y absorber sus propios alimentos, aunque este porcentaje puede variar dependiendo del tipo de alimentos que consume”, de acuerdo a Precision Nutrition.

Un estudio ha revelado que el cuerpo quema dos veces más calorías cuando consume comidas menos procesadas. Cuando confiamos en alimentos muy procesados, el cuerpo toma más lo que es menos saludable, pero lo utiliza menos, simplemente por consumirlo.

evitas que tu sistema inmunológico funcione apropiadamente

De acuerdo a Verilymag, la buena nutrición implica darle al cuerpo una fuente constante de lo que necesita para que funcione correctamente. Cuando tomamos más prebióticos (fibras no digeribles como hojas verdes y guisantes) y probióticos (bacterias vivas como las de un yogur natural, por ejemplo), nuestro sistema inmunológico funciona mejor.

Cuando minimizas los alimentos inflamatorios como el azúcar (que está en todas partes), tienes más energía y una piel más sana. Demasiada sal (que también está en todas las comidas) puede deshidratarte al punto de causar insomnio, dolores de cabeza y fatiga.

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