Los niños que están luchando con su identidad de género pronto podrían hacerse una resonancia magnética para determinar si son transgénero.

Un estudio histórico ha revelado que la actividad cerebral de las personas que sienten que están en el cuerpo equivocado se parece mucho a la de su género preferido.

Es probable que el estudio cause indignación entre aquellos que argumentan que la identidad de género no debe ser una definición médica sino una elección personal.

Sin embargo, los conocimientos de dicha investigación podrían ayudar a las personas transgénero a comprender mejor su condición.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Lieja en estudió a 160 niños para tratar de comprender mejor el origen de la disforia de género (DG).

La disforia de género (DG) es una condición donde la identidad emocional y psicológica de una persona es diferente a su forma física.

Se estima que el uno por ciento de la población se ve afectado por esta disforia.

El proyecto de investigación analizó tanto a hombres como a mujeres con disforia de género, así como a personas que no tenían DG como grupo de control.

Descubrieron que la estructura y los patrones neurológicos del cerebro de un hombre trans se asemejaban más a una mujer que a un varón.

Las personas nacidas como mujeres con disforia de género exhibieron el mismo fenómeno, con una actividad cerebral casi idéntica a la de los hombres genéticos.