Una psicóloga estadounidense viene causando sensación porque utiliza un peculiar método de trabajo: su terapia consiste en irse desnudando lentamente mientras escucha a sus pacientes.

La doctora Sarah White, de 24 años, cree que esa es la mejor forma para que las personas que se atienden con ella se sientan a gusto y cuenten sus problemas.

“Para los hombres en particular, que son menos propensos que las mujeres a ir a terapia, es más interesante, más atractivo, más emocionante. Es un enfoque más inspirado a la terapia”, asegura White.

A pesar de que una sesión con esta joven terapeuta cuesta US$ 150, cada día tiene más clientes, ya sea para consulta personal o a través de la webcam.