Una realidad que parece tan ajena y distante a la nuestra, pero que también, sin que lo sepamos, sufren muchas familias peruanas.

Este era el primer intento de desalojo que sufría nuestra compatriota María Moran el pasado tres de octubre, acompañada de un nutrido grupo de vecinos y amigos afectados por la hipoteca evitó ser echada de su casa.

L*a historia de esta empeñosa mujer es parecida a la miles de inmigrantes latinos* que dejaron su país de origen en busca de un mejor futuro en el viejo continente.

Se calcula que diariamente se ejecutan alrededor de 200 desalojos o desahucios en toda España sin distinguir nacionalidad o procedencia.

Y es que la situación económica es asfixiante. Al igual que los desalojos aumentan, el número de despedidos también crece vertiginosamente sobre todo para los inmigrantes.