La particularidad de los falsificadores peruanos es que ponen especial cuidado en el acabado final, que hacen de manera manual, por lo que resulta en una actividad sumamente barata. Colombia era, hasta hace poco, la principal fuente de billetes falsos en el planeta.

“Son muy buenos. En este momento (los peruanos) están entre los mejores falsificadores del mundo. El acabado aquí en Perú es como un arte, un proceso separado en el que uno imprime el papel básico, y se lo da al que hace el acabado final, y ese es casi un artista, le agrega todos los otros detalles al billete”, dijo una fuente a la agencia AP.

La creciente producción de dólares falsos llamó la atención del Gobierno estadounidense, que empezó en 2011 a enviar agentes del Servicio Secreto a Perú para trabajar con la Policía peruana en la captura de los falsificadores.

Desde entonces, se han incautado 23 millones de dólares falsos y se han capturado a 50 miembros de bandas falsificadoras. El Servicio Secreto también combate la falsificación de dólares, codo a codo con la policía local, en Jordania, Tailandia, China, Colombia y Brasil.

Un policía peruano dedicado a las investigaciones de las bandas falsificadoras, que habló bajo condición de anonimato, dijo que falsificar 100 mil dólares equivale a obtener una rentabilidad de entre 17 mil a 20 mil dólares.