¿Sabías que el olor del árbol navideño o el que emanan las galletas recién horneadas nos obligan inconscientemente a comprar? Eso afirma un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington en Estados Unidos.

Los estudiosos señalan que los publicistas usan esta estrategia subliminal para empujar a los consumidores a comprar en Navidad.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista Journal of Retailing, revelan que los olores más sencillos, aunque no sean tan buenos como otros más complejos, son los que nos empujan a comprar desmesuradamente.

Para comprobarlo crearon dos tipos de fragancias: un perfume muy simple con olor a naranja, y otro que mezclaba la naranja con albahaca; cuando el aire contenía el aroma más sencillo, el volumen de compras era significativamente mayor que en el resto de casos.

Fuente: Lapatilla.com