En el horizonte de Norefjell, Noruega, aparecieron las “puertas del infiero”; ardientes y malignas se abrieron ante un esquiador y su hijo, ellos daban un paseo por el bosque cuando las encontraron.

Asustados, padre e hijo rogaron a Dios que no los mandara al reino de Satanás. El esquiador sacó su teléfono celular y comenzó a grabar lo que parecía ser un portal diabólico.

En realidad se trataba de un corto circuito provocado por la cercanía entre lo arboles del bosque y los cables de alta tensión, según explicaron empleados de una compañía eléctrica en Noruega.

Sea lo que sea, padre e hijo se llevaron un buen susto al encontrar este extraño vórtice de llamas en medio del bosque.

Fuente: Sdpnoticias.com