En el Parque Nacional de Etosha en Namibia un grupo de elegantes fue fotografiado con una singularidad: se tiñeron de blanco. Estos enormes ‘fantasmas blancos’ adquieren este color debido a una mezcla de arcilla blanca y arena de calcita.

El sol calienta la sabana y los elefantes, para mantenerse frescos, se bañan en pozos de agua con arcilla. Una vez que la humedad se seca, un residuo de la arena blanca se mantiene impregnada en la piel curtida de los elefantes, dejándoles ese blanco tan inusual.

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Los elefantes se reúnen en lugares donde pueden encontrar humedad, revolcándose y provocando salpicaduras de barro y agua, en un esfuerzo para refrescarse bajo el sol insoportable.

Felix Reinders, de años 30, ingeniero industrial de Sudáfrica, capturó los famosos “fantasmas blancos ‘ del Parque Nacional de Etosha, en septiembre del año pasado.

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