Según el diario “Gestión”, si los primos acuerdan divorciarse tras 50 años de matrimonio, se abriría una inmensa interrogante: ¿Quién asumiría la administración de la prolífica producción de Mario Vargas Llosa, nacido en la ciudad de Arequipa en 1936?

Claro que en esta ocasión se debe tener en cuenta, conforme dice “El Mundo” de España, que Patricia Llosa es “la que lleva el control absoluto de las finanzas de su marido”.

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Los Vargas Llosa, refiere el diario madrileño, “no sólo han ido adquiriendo prestigio literario y cultural, sino que también han amasado una gran fortuna a lo largo de su carrera profesional. Tienen viviendas en las mejores zonas de Londres, Nueva York, Lima y Madrid”.

Pero el principal patrimonio está concentrado, sin duda, en la producción intelectual. Y si no, echemos números para verificarlo. Según la publicación española, Mario firmó un contrato por 1.2 millones de euros (US$ 1.3 millones, aproximadamente) con la agencia Balcells, propiedad de su exrepresentante Carmen Balcells, para la reedición de toda su obra que venía publicando Seix Barral.

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Asimismo, se hizo más de un millón de dólares luego de ganar el Premio Nobel en el 2010, y solo por actuar unas semanas en la obra de teatro “los cuentos de la peste” percibió alrededor de 10,000 euros.

A lo anterior se tendría que añadir que ha subido su cotización como conferenciante y articulista, y si bien no existen datos oficiales sobre cuánto cobra por dictar una conferencia, se dice que esa cifra suele rondar los US$ 100,000.

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Lo anterior deja en evidencia que de llegarse a divorciar, Mario Vargas Llosa perderá más de lo que perdió en 1964, cuando se alejó de Julia Urquidi, pues ahora tiene mucho millones a cuestas, y en Patricia Llosa una contraparte de “carácter indomable”, como la describió en el discurso que dio al recibir el Premio Nobel en el 2010.